Por lo tanto, sin progenitor por nacimiento espontáneo
se alzan las primeras motas de tierra animada;
de la matriz de Natura, la planta o el insecto nada,
y echa brotes o respira, con miembros microscópicos.
Y continúa:
Bajo las olas sin orilla, la vida orgánica nacía
y las nacaradas cavernas oceánicas la nutrían.
Las primeras formas diminutas, invisibles con la lente,
pululan en el lodo o cruzan las aguas en torrente;
y con las innúmeras generaciones que florecen,
nuevo poder y miembros recios adquieren;
de allí brotan las plantas incontables,
aletas, patas, alas admirables.